Arctic Monkeys - Tranquility Base Hotel & Casino: La propuesta más arriesgada



A cinco larguísimos años del aclamado y rentable comercialmente hablando, 'AM' (2013), último lanzamiento de Arctic Monkeys, llega el sexto álbum de estudio de los originarios de Sheffield, que decidieron llevara por nombre 'Tranquility Base Hotel & Casino'

Este nuevo elepé de los británicos era, sin duda, uno de los más esperados del año, el cual venía con un gran peso a sus espaldas por tener grandes expectativas por parte de todos, las cuales han sido creadas por el extenso periodo de reposo de la banda, puesto que Alex Turner decidió enfocar la mayor parte de su energía con su otro proyecto musical, The Last Shadow Puppets, junto a uno de sus mejores amigos, Miles Kane; un disco que marcaría el estilo que Turner seguiría desarrollando hasta ahora.



Es así como llega 'Tranquility Base Hotel & Casino' (2018), obra que contiene once nuevos temas los cuales fueron producidos, nuevamente, por el popular James Ford, quien ya había trabajado con los Monos en el disco anterior, y cuyo concepto se distanció de una manera abismal de la energía desbordada por sus riffs de guitarras y distorsiones a las que por tanto tiempo nos tuvieron acostumbrados o mal acostumbrados, para darnos canciones más enfocadas en la armonía y a la estructura, lo que da como conclusión que estemos ante la creación más madura e íntima de la banda.

El álbum inicia con ’Star Treatment’, que nos muestra de partida esa nueva cara del cuarteto, que se desplaza entre delicadas armonías acompañadas de limpias percusiones, un inicio que podrá confundir a propios y extraños, pero que sin duda es una declaración de que es hora de crecer, y la agrupación quiere hacerlo de la mano de su público. Un imaginativo piano da la apertura, además de servir como la base de ‘One Point Perspective’, donde Turner nos envuelve en un placentero folk rock teñido con toques clásicos envueltos en instrumentos de viento, dejando asomar por ahí un guitarreo bastante sutil. Una pieza bastante disfrutable.



‘American Sports’ es una de los temas más atrevidos de los Monkeys en harto tiempo, la cual juega con un piano bastante denso, mientras Turner recita un sabroso y fantasmal soul, mientras a la lejanía se escucha un acorde de guitarra que juega con una distorsión bastante elegante. La canción que da título al disco es una de las canciones más completas de este nuevo trabajo, ’Tranquility Base Hotel & Casino’, uno de los tracks más oscuros en la larga historia de la agrupación, la cual se desliza en los dominios del noise pop, dejando aflorar algunos sonidos de sintetizadores llevando algunas secuencias de piano que sirven para direccionar en su totalidad el rumbo de la canción. Temón.

La mutación de estilo no solo se señala en la música, sino que en la manera de cantar de Alex Turner también, quien evidencia tonalidades más suaves en el sello de su voz, lo cual se puede oír en ‘Golden Trunks’, canción que ejerce como conector de la primera porción del disco. ‘Four Out Of Five’, una de los canciones más brillantes del disco y la más comercial (ahí está la razón de porque fue elegido el primer sencillo), en la cual los ingleses apuestan por un juguetón soul adentrándose en terrenos novedosos para la banda. ‘The World’s First Ever Monster Truck Front Flip’ se mueve en un órgano bastante disfrutable.




Siguiendo con ‘Science Fiction’ y ‘She Looks Like Fun’ se nota en el aire un regalo de cortesía a los sonidos de los años 50’s y 70’s de la música negra, muy estudiados y explotados hasta la fecha más por The Last Shadow Puppets que por los Arctic Monkeys. 

En la fracción final del álbum nos tropezamos con ‘Batphone’ y ‘The Ultracheese’ temas que se menean en la misma dirección que en los anteriores minutos y que nos terminan por aseverar que estamos ante una obra desprovista de los anteriores himnos de estadios, más no así de himnos afectivos e íntimos. 

Nos encontramos ante el salto más temerario de la banda hasta la fecha, un disco que desde su lanzamiento está dividiendo las aguas de las opiniones y que toma direcciones inesperadas. Es arriesgada, adulta y audaz, cosa que no dejará a nadie indiferente.

¿Es bueno el álbum? ¿el mejor de su carrera? No me atrevería a decir tamaña resolución. Pero el disco me gustó bastante y más aún después de oirlo varias veces. Es una nueva identidad y hay que verlo de esa manera.

Lo que si, y espero equivocarme, es que este trabajo me hizo percibir cierto aroma a despedida, ¿les pasó a ustedes?. Bueno, seis discos es una cantidad considerable; pero en caso de que lleguen más álbumes en un futuro, esperemos ver a que jugará la banda: Primero, como evolucionarán y que dirección tomarán. Segundo, si la banda va dándole un toque más personal o propio, a esta re interpretación del retro futurismo en que se estan metiendo.



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