Review + Galeria | Suede en Chile: Una noche de britpop y nostalgia en el Movistar Arena

 


Escrito por Ki
Fotos por @el.eme
Produjo: Fauna


A veces, los conciertos no son solo música en vivo; son cápsulas del tiempo que nos transportan a épocas doradas, a momentos que creíamos lejanos pero que, con el eco de un acorde, regresan con una claridad casi abrumadora. Así fue el paso de Suede por el Movistar Arena de Chile, en una noche donde la nostalgia, la energía y el legado del britpop se unieron para construir un espectáculo inolvidable.


Un inicio demoledor

Fieles a su estilo británico, la banda pisó el escenario a las 21:30 en punto. Mat Osman, Simon Gilbert, Richard Oakes y Neil Codling fueron los primeros en aparecer, recibiendo la ovación de un público que ya intuía lo que estaba por venir. Pero cuando Brett Anderson irrumpió en escena, el Movistar Arena explotó. Un grito ensordecedor se apoderó del recinto, confirmando que el amor por Suede sigue tan intacto como en los noventa.


Sin preámbulos ni introducciones innecesarias, la banda encendió la noche con ‘Turn Off Your Brain and Yell’ y ‘Personality Disorder’, un arranque potente que dejó claro que este no sería un show de nostalgia pasiva, sino un viaje vibrante a través de los distintos matices de su carrera.



Un público entregado a sus himnos

El primer gran estallido de emoción se produjo cuando los acordes de ‘Trash’ inundaron el recinto. De inmediato, los celulares se alzaron para inmortalizar el momento, mientras otros simplemente se entregaban a la euforia. Este era un himno generacional, un pedazo de historia del britpop que, al sonar en vivo, nos recordaba por qué seguimos aquí, décadas después, coreando cada verso como si fuera el primero.


Y es que el público era un reflejo de lo que Suede significa: una comunidad de fieles seguidores, muchos de ellos por sobre los 40 años, reviviendo su adolescencia con cada canción. Algunos trajeron consigo a sus hijos, un relevo generacional que observaba con admiración la intensidad con la que Anderson y compañía tejían la épica de la noche.




Brett Anderson: el gran frontman

Si algo quedó claro en este concierto, es que Brett Anderson sigue siendo uno de los mejores frontman de la historia de la música británica. Incansable, electrizante y completamente entregado, el vocalista no solo cantó: corrió, saltó, gritó y se lanzó hacia el público innumerables veces, llevándose consigo el sudor y la devoción de sus seguidores. Anderson no es solo la voz de Suede; es el alma de la banda, el motor de un show que nunca se estanca.


Las emociones fluctuaban con cada canción. Himnos como ‘Animal Nitrate’, ‘Life Is Golden’, ‘Filmstar’ y ‘Saturday Night’ fueron coreados con pasión, en una muestra de amor colectivo que la banda agradeció constantemente. “Esta es una noche muy caliente”, dijo Anderson en más de una ocasión, dejando claro que el fervor chileno no pasó desapercibido.




Las sorpresas de la noche

Suede no solo vino a revivir sus clásicos, sino que también tenía cartas bajo la manga. Una de ellas fue la interpretación acústica de ‘The Wild Ones’, donde Richard Oakes brilló con una ejecución sublime en la guitarra. Un momento íntimo, casi sagrado, que contrastó con la energía frenética del resto del setlist.


Pero la gran sorpresa llegó cuando Anderson anunció que tocarían una canción inédita, perteneciente a su próximo disco que verá la luz en septiembre. La audiencia, expectante, se sumergió en el tema con una atención casi reverencial, como si fueran testigos de un secreto musical revelado en primicia. El sonido de Suede sigue siendo inconfundible, y con esta nueva pieza demostraron que su esencia sigue intacta, lista para seguir conquistando generaciones.




El cierre perfecto para una noche inmortal

El tramo final del show fue una verdadera celebración. ‘So Young’, ‘Metal Mickey’ y, por supuesto, ‘Beautiful Ones’, pusieron el broche de oro a una jornada cargada de emociones. Este último tema, además de ser uno de los más queridos por los fans, tiene un vínculo especial con Chile: su versión en español en el programa Cachureos, con la inolvidable letra sobre el cuidado de los ancianos. Un detalle que, lejos de ser anecdótico, es prueba del arraigo que Suede tiene en el país.


La despedida llegó con ‘New Generation’, un título más que simbólico para cerrar una velada donde varias generaciones convivieron bajo la misma devoción. Tras el último acorde, el público ovacionó a la banda por largos minutos, retribuyendo con aplausos y gritos la entrega absoluta de los británicos.




Un concierto para atesorar

Abrir su gira en Chile fue una decisión más que acertada. Suede regaló una de las mejores noches del año, un show que te deja con ganas de seguir escuchándolos camino a casa, que convierte a nuevos seguidores y que deja una huella imborrable en todos los que fueron testigos de esta inolvidable velada.


Porque hay conciertos que simplemente no se olvidan. Y este fue uno de ellos.




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